Los 10 errores más comunes del ciclismo de ultradistancia (y cómo evitarlos)
Ciclistas que participan en una prueba ciclista de ultradistancia toman un refrigerio en un entorno natural alpino. Edouard Hanotte (@edhanot)
El ciclismo de ultradistancia, también conocido como ultraciclismo, es una disciplina exigente que cada vez atrae a más aficionados. Exigir tus límites físicos y mentales a lo largo de varios cientos o incluso miles de kilómetros requiere una preparación rigurosa. Sin embargo, muchos ciclistas cometen errores que pueden arruinar su experiencia y su rendimiento.
👉 Descubre en este artículo los 10 errores más comunes en el ciclismo de ultradistancia y, sobre todo, consejos prácticos para evitarlos.
1) No planificar con antelación: la causa nº 1 del agotamiento
Sin un mínimo de organización, te pones en marcha demasiado deprisa, no gestionas bien los descansos y te vacías demasiado pronto. La planificación no significa un programa militar, sino un marco para progresar sin agotarse.
Dedicar tiempo a planificar tus salidas y tus objetivos te ayuda a disfrutar y a llegar de una pieza.
Para ello: cree un calendario pequeño y progresivo (semanas que se acumulan lentamente), visualice la ruta, establezca hitos alcanzables y defina una estrategia de ritmo "regular, no espectacular".
2) Subestimar la nutrición y la hidratación
Sin combustible ni agua, la máquina se para: dolores de cabeza, piernas vacías, moral a media asta. No es falta de ánimo, sólo de energía.
Cuanto mejor comas, más disponible estará tu cuerpo... y también tu cabeza.
Para hacer: plan de nutrición simple = carbohidratos complejos + un poco de proteína magra + grasas de calidad. Beber y comer poco y a menudo. Probar las bebidas/sólidos durante el entrenamiento, nunca por primera vez el gran día.
3) Olvídate del entrenamiento cruzado
Hacer el mismo movimiento una y otra vez puede provocar pequeños dolores (espalda, rodillas, cuello). Fortalecer un poco el cuerpo significa rodar más cómodamente durante más tiempo.
No es necesario realizar sesiones intensas: regularidad > intensidad.
Qué hacer: añade 1-2 veces a la semana un poco de fortalecimiento (envainar, estocadas, espalda), movilidad, yoga o natación/carrera. Mejorarás tu postura, potencia y resistencia general.
4) Descuidar la recuperación y el sueño
Se progresa cuando se descansa. Si acumulas esfuerzos sin levantar el pie del acelerador, te cansarás y tu motivación disminuirá.
Si estás dormido y fresco, puedes afrontar mejor el esfuerzo y los imprevistos.
Lo que hay que hacer: programar días libres, seguir una rutina sencilla a la hora de acostarse (horarios regulares, pantallas apagadas) y controlar cómo te sientes (cansancio anormal = aligerar). Dormir es dinero gratis.
5) No pruebes tu equipo antes de la carrera
Una silla nueva, unos zapatos nuevos, ropa no probada... y el resultado es irritación, dolor o abandono.
La regla: "probado = validado".
Qué hacer: validar todo en condiciones reales: posición, sillín, ropa, iluminación, bolsas, herramientas. Pedalea al menos una vez bajo la lluvia y una vez de noche si la prueba lo requiere. Ajústalo antes de la carrera.
6) Olvídate de la gestión del tiempo (descansos/dormir/ravito)
Sin un mínimo de sincronización, te detienes demasiado tiempo al principio... y no lo suficiente al final. Resultado: el caos.
Las pequeñas paradas regulares son mejores que los grandes bajones.
Para hacer: bloquea ventanas individuales para beber/comer y estirarte durante 2 minutos. Planifica una micro-siesta si te sientes indispuesto. Deja un margen para los imprevistos (tiempo, mecánica) en lugar de seguir el horario.
7) Preparación mental descuidada
En las carreras de ultrafondo, la cabeza suele ceder antes que las piernas: el tiempo, la soledad, las dudas...
Prepararse mentalmente significa disponer de las herramientas necesarias cuando la moral está baja.
Para hacerlo: visualiza los pasajes clave, respira con calma cuando las cosas se pongan difíciles, avanza por microobjetivos (en la siguiente curva, en el siguiente poste indicador), mantén un mantra sencillo ("calma y constancia"). Escribe tu plan en una pequeña nota.
8) Ignorar las señales del cuerpo
"Cueste lo que cueste" acaba mal. Aumento del dolor, mareos, calambres fuertes: son mensajes.
Escucharte a ti mismo no significa rendirte: significa seguir adelante.
Qué hacer: distinguir entre la fatiga normal y el estado de alerta grave. Aligera el ritmo, mantente hidratado y toma un poco de sal/carbohidratos si lo necesitas. Si el dolor persiste o empeora, detente y consulta a tu médico: tu salud es lo primero.
9) Entrenamiento en un solo campo
Ultraciclismo por un puerto alpino: bicicleta cargada con alforjas, chaleco reflectante y cielo despejado. Fotografía: © Jennifer Nguyen ( @jennifernguyen.p )
Plano sólo = sorpresa en el gran día ante subidas, viento, noche o senderos.
Varía un poco y ganarás en confianza.
Para hacer: una mezcla de terreno montañoso, subidas cortas, salidas con viento, diferentes condiciones meteorológicas y una salida nocturna si el evento la incluye. Aprenderás tu ritmo... y tus reacciones.
10) Tener una estrategia rígida
Nada sale exactamente como estaba previsto: el tiempo, la mecánica, el estómago. Una estrategia "blindada" se convierte rápidamente en una trampa.
La flexibilidad es un rendimiento silencioso.
Haz: mantén un plan... y un plan B. Adapta tu ritmo, nutrición y objetivos a las condiciones reales (tiempo, condición física). Es mejor acabar limpio que apuntar demasiado alto y explotar.
Conclusión
Evitar estos 10 escollos hace que el ultraciclismo sea más suave, más seguro y, sobre todo, más agradable. La receta puede resumirse en cuatro palabras: planificar, probar, escuchar y adaptar.
¿Listo para ponerte en marcha y superar tus límites a tu propio ritmo? 🚴♂️💪